editorial

Exponíamos en el número anterior que la reforma operada por la Ley 27/2014 mantiene la estructura básica del Impuesto sobre Sociedades, de manera que el resultado contable sigue siendo el elemento nuclear de la base imponible y constituye un punto de partida clave en su determinación. Ello, no obstante, y como consecuencia de las modificaciones constantes, de carácter parcial, a que se ha visto sometida la regulación sustantiva de este impuesto, el legislador ha considerado oportuno sustituir la anterior norma -ya texto refundido-, siendo a partir de dicho momento la vigente Ley 27/2014 la que regule el devenir de esta figura impositiva.

Ver noticia

Deja una respuesta